El principal informante que ayudó a destapar el escándalo de filtración de datos personales más sonado de toda una generación está sufriendo las consecuencias de haber tenido sus cuentas de Facebook e Instagram suspendidas por el gigantesco "monstruo" de las redes sociales, al débil mando de Mark Zuckerberg.

Chris Wiley, el británico de 28 años experto en informática que develó a los periódicos The New York Times y The Guardian/Observer el oscuro entramado que llevó a la consultora Cambridge Analytica a utilizar los datos personales de 50 millones de usuarios de la red social con fines maliciosos, ahora está siendo víctima de lo que denominó como un intento de Facebook de "borrarlo de Internet".

En una conferencia de prensa que tuvo lugar en Londres el pasado martes, Wylie se refirió al enorme poder que Zuckerberg ejerce a través de sus redes sociales. "Este es el poder que Facebook tiene" dijo en el escenario del Front Club de la capital británica. "Pueden borrarte de Internet, se que puede sonar ridículo, pero por ejemplo ahora no puedo usar Tinder, dado que debes validar tu cuenta con el maldito Facebook".

El soplón más popular del momento destacó que la red social está embebida de semejante manera en la sociedad que el hecho de haber tenido sus cuentas de Facebook e Instagram suspendidas ha tenido un efecto en cadena en su vida. La plataforma social se ha vuelto parte fundamental de la vida de dos mil millones de personas alrededor del mundo, utilizada para mantener, entre otras cosas, contacto con familiares y amigos alrededor del mundo.

Wylie bromeó que ahora no puede acceder a Tinder, dado que la app requiere autentificar la cuenta con Facebook. De cualquier forma, personas sin una cuenta de la red social pueden utilizar su número telefónico para acceder a la aplicación de citas

Representantes de Facebook aseguraron que las cuentas de Wylie fueron suspendidas dado que violó los términos de servicio de la compañía, pero expertos aseguran que se trató básicamente de una medida en represalia por haber ocasionado una verdadera pesadilla a la red social. Sin ir más lejos, se estima que Zuckerberg perdió más de USD 9 mil millones de su fortuna personal y pasó de ser el cuarto hombre más rico del mundo a ocupar el séptimo lugar.

Llamativamente, semanas antes de destapado el escándalo, el CEO – junto a otros ejecutivos de la compañía – vendió 1.14 millones de acciones de la firma a un precio de USD 20 por unidad superior al que cotizan hoy tras haber perdido alrededor del 7% de su valor de mercado. La venta, realizada a un precio promedio de USD 183.81 por acción le permitió embolsar el joven de sólo 33 años cerca de USD 210 millones. Representantes de la compañía se han negado a comentar sobre la venta masiva de acciones y la posterior caída en picada de su valor.

Wylie por su parte, aseguró en la conferencia que su intención nunca fue hacer que las acciones de Facebook se desplomaran y también negó estar en "una cruzada en contra de ellos" a pesar de estar convencido de que el coloso merece estar bajo el escrutinio de la justicia, los medios de comunicación y la opinión pública.

Durante el evento, Wylie compartió no entender por qué Facebook está intentando "volcar la atención hacia él" y confesó estar realmente confundido. "No comprendo cuál es su juego ahora, están intentando hacer que me vea como el principal sospechoso o algún tipo de persona nefasta".

Una vocera de Facebook se refirió a Wylie en un comunicado. "El Sr. Wylie ha dicho que decidió salir a la luz para ayudar a la gente. Compartimos dicho objetivo y queremos conversar con él como parte de nuestra investigación". Mientras tanto, representantes del Congreso de los EEUU demandarán respuestas a Zuckerberg, mientras que la Comisión Federal de Comercio de los EEUU lanzará una investigación sobre Facebook tras el destape del escándalo.

Simultáneamente, el movimiento popular que llama a borrar cuentas de Facebook mediante el hashtag #DeleteFacebook se ha mantenido como una tendencia mundial en Twitter, desde que se reveló al público la investigación el sábado pasado.