Carlos Varela, sereno de una quinta de la calle Arias 1559, fue apresado luego de que en la casa que cuidaba encontraran a la chica sin vida atada en una bañadera.

Los vecinos vieron la bicicleta de la nena en la puerta de la vivienda y avisaron a los agentes. Cuando llegó la policía, Varela estaba notablemente nervioso. En seguida, descubrieron a Camila en un baño de la planta alta.

Por esa razón, la habitación quedó sellada y policía científica trabaja ahí. Mientras tanto, el acusado fue puesto a disposición del fiscal Sergio Terrón, titular de la UFIJ N° 5 del Departamento Judicial de Junín.

Luego de encontrar a la nena muerta, los policías de infantería, GAD, comisarías primera y segunda, e Infantería  tuvieron que resistir la lluvia de piedras y botellas que tiraron los vecinos, furiosos por la noticia. Incluso, prendieron fuego dos patrulleros y quisieron linchar a Varela.